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domingo, 24 de abril de 2011

Te Vi 2

Si yo pudiera leer en tu mente lo que buscas, lo que realmente deseas de mi, todo seria más fácil para mí, pues no viviría agonizando, ni tampoco soñando con tus caricias.

Vic, victoria, solo esas palabras pueden pronunciar mis labios desde aquella mañana que te vi en ese largo corredor.

Desde que tu bella sonrisa quedo grabada en cada parte de mi memoria.

No entiendo porque te dedicas a quererme hacer entrar en tu circulo de amigos, no se para que pretendes de mi, solo se que soy un indefenso animal, que encontró a su amo, y no podrá continuar sin el. Porque yo sin ti soy no puedo continuar, porque al cerrar los ojos ahí estas clavada en mi, tu sonrisa, tus ojos azules verdosos penetrantes que no hacen mas que hacerme perder la conciencia, tu delicadeza al moverte. Toda vos.

- Anne.- reconozco esa voz, se de quien es, se lo que produce en mi.

- Anne.- dice insistente, hasta que me giro y la veo en la otra punta del largo pasillo donde la vi por primera vez, acercándose lentamente hacia mí.

- ¿Qué pasa Vic?- como puede ser que todavía tengas ese hechizo mágico sobre mi que hace que después de todo este tiempo me siga poniendo nerviosa.-

- Hare una fiesta en casa, y te invito a ir- decía entregándome una tarjeta, una tarjeta que vi en miles de manos esa mañana.

- Veo si puedo ir- dije gacha.

- Vale, guapa ve por favor, prométemelo- decía con una mirada tierna que podría derretir a todo lo que se moviera.

- Ok-

- Genial! Nos vemos- dijo esto alejándose, sin dejar de mirarme. Todavía no puedo reconocer ese brillo que tiene en los ojos, que me hace amarla aun más. Creo que si se presentara en otro cuerpo, pero con esos mismos ojos azules verdosos penetrantes, brillantes como la luz de la luna aun así bastaría para enamorarme una y otra vez más de ella.

Vamos Anne para que iras a esa fiesta, para que todas sus amigas se burlen de vos como siempre lo hacen cuando ella no las ve, o para verla tenerte lastima como siempre lo hace, seguro lo hizo por la promesa que le hizo a mi madre.

En fin decidí no ir a la dichosa fiesta de mi diosa del Olimpo, para que le iba a complicar la noche, no quería mas drama con sus amigas, y menos verla tenerme “lastima”, porque solo eso puede tener alguien como ella hacia alguien como yo, “lastima” una palabra tan dolorosa, pero es cierto, Anne quien querría ser tu amiga con lo desastrosa y tonta que sos, además de que sos la “argentinita” malditos gallegos, pero esa era la verdad.

Tenía un proyecto, con el pequeño circulo de literatura. Pensé que seguramente todo el instituto estaría allí.

En este largo tiempo me eh hecho muy amiga de Ángela una morocha muy linda, además muy inteligente que cursa un año mas que yo, tenemos los mismos gustos, y casi siempre hablamos de cosas interesantes, es lo mas cercano a una amiga que tengo, y fue ella quien me presento al grupo de literatura.

La verdad que la reunión en el café del centro fue muy entretenido, hablamos sobre temas muy interesantes para mi, y conocí también varios autores favoritos de los pocos que pertenecíamos al circulo de literatura (4 chicos, y dos chicas incluyéndome a mi y a Angela) todos ratones de laboratorios.

El tiempo paso sin darme cuenta, no recordé la fiesta tampoco hasta que al salir del café a eso de las 3 de la madrugada, Ángela, lo recordó.

- Esto sin dudas ha sido mejor que ir a esa fiesta de la boba de victoria - dijo tapándose con su abrigo.

- Yo si quería ir sabes.- dijo Raúl.

- Es una tía tan idiota, no se que le ven- seguía diciendo Ángela.

- Dejen de discutir ya ni que fuera importante esa fiesta, además creí que era una simple fiesta que todos podían ir- dije, respirando el aire fresco.

- No como crees, es su cumpleaños- dijo Raúl

Y en ese momento recordé la promesa que no cumplí. Y en un impulso, que todavía hoy no puedo entender le pedí a Ángela que me llevara. Ella sin ningún problema lo hizo, sabia perfectamente donde quedaba su casa así que le fui señalando el camino.

Al llegar a lo que era su inmensa mansión, la manzana esta repleta de autos, supongo que mi atuendo no era el indicado para ir (saco de paño, con jeans ajustados y tacos), pero tenía que saludarla al menos, no podía ser tan idiota, y ni siquiera tener esa buena acción hacia ella quien me trato bien, aunque sea por lastima.

El gran portón estaba abierto así que simplemente ingrese al lugar.

- ¿No vienes Ángela?- dije

- Si, te acompaño y te espero en la entrada, ni loca entro a esa casa- decía este con una sonrisa de oreja a oreja.

Cuando entramos a lo que era la parte delantera de la casa, estaba llena de chicos todos con traje, y chicas con vestido que parecían mas caros que mi antigua casa.

Entre dentro de la casa, donde había un barullo tremendo, sonaba una electrónica ruidosa, y la mayoría estaban con tragos, algunos tirados en los sillones, había mozos por doquier, pero no lograba dividisarla.

Cuando creí que era imposible encontrarla, después de media hora, apretada por tanta gente. Pensé en retirarme, cuando veo al sequito acercarse a mi, sin la abeja reina.

- ¡Miren quien esta aquí!- decía la rubia de ojos pardos.

- La argentina, moquienta-

- ¿Qué coños quieres?- decía la primera acorralándome junto con las demás.

Lo único que pude hacer es salir corriendo, y dirigirme hacia el baño.

Estaba tan desesperada que entre sin tocar la puerta, y para mi sorpresa no era el baño sino que era la habitación de Vic. Veo una figura, recostada, con ruidos sollozados, me acerco lentamente, escucho decir.

- Porque, que tengo, no soy tan fea para que no se fije en mi, dios porque me toca sufrir de esta forma- reconocí al instante la voz, y un nudo muy fuerte se hizo en mi pecho, después de haber escuchado esa confesión, sabia que la diosa del Olimpo estaba enamorada de alguien y peor, ese engendro la hacia sufrir.

- Peeerdoon- dije nerviosa, sin saber donde esconder mi rostro, temiendo a que me sacara volando de aquel lugar.

Pero paso lo contrario, nuestra miradas se conectaron, unos minutos, hasta que de su boca se dibujo una sonrisa, como pude reaccione, y me acorde de lo que venia a hacer.

- Estee, mejor tarde que nunca, feliz cumpleaños Vic- dije totalmente sonrojada.

Ella se levanta y me abraza, como si su vida se fuera en ello, y yo perdiendo el equilibrio me pierdo en su perfume, en lo cerca que siento su piel de la mía, muero y vuelvo a revivir.

- Hermosa porque lloras- me atrevo a decir, y todavía me sorprendo de lo que digo. < ¿hermosa?> tonta tonta, tonta, no podes ser mas obvia.

- Por nada- decía Vic, que parecía que había tomado.

- Te estaba buscando, pero no te encontré por la multitud, es de mala suerte llorar en tus cumpleaños, es lo que dicen- dije tratando de no mirarla, porque seguramente me desmayaría, si veo de nuevo lo hermosa que estaba, tenia puesto un vestido corto de color coral, que enmarcaba su cuerpo escultural y su hermosa cabellera rubia recogida, ahí estaba hermosa.

- ¿Quién es ese tonto que te hizo llorar en tus cumpleaños?- dije soltándolo porque seguramente no podría dormir muchas noches posteriores a esto si no le preguntaba.

- Si tu supieras- dijo entregándome una de las mas hermosas sonrisas que había emitido.

- Vic, yo me tengo que ir, no tengo el atuendo indicado para la fiesta, además una amiga me esta esperando abajo.-

- No como crees, tu te quedas, y lo del atuendo no importa, yo soy la dueña de la casa- decía Vic, que parecía que había tomado un poco, ya con los ojos secos y ella recompuesta bajamos a la “fiesta”.

- Espérame, tengo que ir a avisar a mi amiga- dije alejándome de su lado.

- No como crees- dijo sosteniendo mi mano sin dejarme ir, y flaqueando mis piernas.- yo te acompaño, así no te escapas.- guiñándome un ojo, lo último hizo ponerme más nerviosa.

- Ok esta bien.

Salimos a la entrada, Ángela, que me veía de pies a cabeza con una sonrisa, como es habitual en ella, me esperaba sin moverse.

- ¿Vamos guapa?- me dijo agarrándome la mano.

- No, es que- dije visiblemente nerviosa-

- Anne se queda aquí y conmigo-dijo una Vic, que parecía enojada-

- ¿Tu decides por ella?- decía una Ángela con un tono enojado

- Mira tontita, no me hagas enojar, ya te dije, Anne se queda acá, no fastidies mas coño!-

- Si disculpa Ángela, gracias por traerme, me quedo después me iré en taxi. Me acerque a saludarla, pero esta para mi sorpresa me dio un beso cerca de la comisura de los labios. Seguramente lo había hecho para molestar aun mas a Victoria.

Al girarme, pude ver un rabillo de rabia en los ojos de Vic.

- ¿Que te pasa Vic?-

- Esa tía se quiere pasar de guapa contigo, ¿que no ves?- decia esto frunciendo el ceño- es tan estúpida-

- Basta- dije enojada

- No es mi culpa-

- Entonces no lo hagas.

- Entonces deja de juntarte con ella- decía autoritaria.

- Es mi única amiga- dije vacilante.

- No es una buena compañía- dijo sin dejar de penetrarme con esos ojos azules verdosos.

- Haber, ¿Y porque no?-

- ¿Te tiene unas ganas no ves?-

- Deja de inventar- dije ya fastidiada- ¿y si fuera así, cual es el problema?

- Esta bien, ya cambiemos de tema, lo que me faltaba, es estar peleando por Ángela.- dijo sonriendo- vamos a bailar.

- No yo no bailo- dije tensa- yo no se bailar-

Victoria, sin prestarme atención, me agarro de la mano y me hizo entrar en su casa, la fiesta se realizaba, en la gran sala de estar, en la cual caben más de doscientos personas sin dudas.

Al entrar juntas, muchas miradas nos carcomían, a Vic parecía no importarle, y yo al sentir el pudor consumirme, apreté mas fuerte su mano, ante esa reacción ella me miro de la forma mas tierna del mundo y me susurro suavemente al oído:

- Tranquila, imagina que ellos no existen- me mostro una sonrisa de tranquilidad.

Al principio, estábamos paradas en un costado del salón, sin movernos, yo no podía soltar su mano, esas miradas me perturbaban, y poco a poco, muchas personas venían a saludarla.

< Que esta fiesta esta genial Victoria, que es el mejor cumpleaños>, y muchos chicos la invitaban a bailar, y ella los rechazaba, con algunas excusas hasta tonta, seguramente estaba esperándolo, al chico por el cual lloraba, pobre, ah de estar sufriendo por dentro, por ese imbécil que ni siquiera se le ocurrió venir a saludarla por sus cumpleaños número 17. Quien podría resistirse a semejante diosa, era la combinación perfecta entre hermosura y sofisticación, fuerte y frágil, para mis ojos era perfecta, y para otros ojos supongo que también.

No podía dejar de mirarla, sus ojos tenían un brillo especial, ese brillo que tenia el día en que enfrento a su mundo en vano por mi amistad. Y es cuando me doy cuenta que aunque pasase un millón de años, jamás podría olvidarme de ella, o aunque fuese ella la causante de mi tristeza, jamás podría dejar de amarla, me duele aceptarlo, me duele verlo así, porque se que es el sueño mas anhelado y lejano que tengo y tendré por siempre.

- Vamos a bailar- me dijo al oído, sonaba un tema muy movido de Black Eyed Peas remixado.

Me invito a bailar cuando estaba en el centro de la pista, un poco apretada por la cantidad de gente que había, ella se empezó a mover de una forma muy sensual, moviendo su cabeza, y bailando una coreografía desconocida para mi, no creo que halla un rostro mas embobado que el mío al ver esta acción y para mi tragedia, me susurra al oído.

- Vamos Anne muévete, descarga esa energía- pero yo como soy tonta y tardo en captar sigo viéndola y maldiciéndome por desearla tanto.

Y sigo sin captar hasta que siento sus manos en mi cintura, y me estremezco por completo, me acerca mas a ella, y literalmente me hace bailar o un intento de ello. Al tiempo el remix incrementa sus “Ruidos” o se pone mejor, y ella empieza a saltar, y yo ya descontrolada hago lo mismo.

- Viste Anne a eso se le llama descontrolarse- dijo guiñándome.

Suena una canción lenta en ingles, típica para bailar muy juntitos y abrazaditos.

Al tiempo que Victoria posa sus ojos azules verdosos en mi, de la forma mas tierna que pueda haber en esta tierra, acompañada de una pequeña sonrisa dibujada en ese rostro tan perfecto y angelical.

- ¿Vicki, bailas conmigo esta rola?- decía un chico muy apuesto. A lo que Victoria contesta sin palabras, sino que con una mirada que dice “piérdete imbécil”. El chico más inteligente que yo claramente, se alejo ante esa indirecta.

- ¿Puedo tomar este baile como regalo de cumpleaños?- dijo posando otra vez sus manos en mi cintura, yo sin poder reaccionar ante el brillo y la ternura que emite de su mirada me pierdo en ella, y solo atino a agarrarla de los hombros y perderme en sus ojos, todavía me sorprendo de lo valiente que fui, y de cómo por primera vez, pude sostenerla la mirada mas de 30 segundos, me sorprendí aun mas como mi cuerpo y mis sentidos le jugaban una mala pasada a mi cerebro, y se acurrucaba al cuerpo de victoria, ella me movía con las manos en mi cintura, y yo tenia mis manos en su nuca, al tiempo que me acercaba y mi rostro quedo pegado a su cuello, y ese perfume me enloqueció, ese perfume con aroma pintoresco y fuerte, que seguramente era un Dolce and Gabbana por como olía.

Pero la magia de ese momento espontaneo e impulsivo termino, y no fue por mi culpa. Sino que aparecieron mis pesadillas, el gran sequito de insoportables y huecas, que me separaron bruscamente de victoria.

- Vicki te estábamos buscando- decía la rubia mas molesta de todas “Ortiz”

- ¿Y que quieren?- dijo una victoria muy molesta.

- Em, um- balbuceaba esta, ante la mirada furtiva de Vic- ¿Qué haces con esta?- cambio de tema radicalmente, pero que mujer mas pesada, siempre soy el centro de sus disputas.

- Y a ti que te importa- dijo Victoria, con una voz muy aguda, que mostraba a legua lo molesta que estaba.- vamos, que ni en mi propia casa puedo estar en paz- dijo agarrando mi mano.

- ¿Vicki a donde vas?- decían estas al unisonó.

- A donde no las vea, por 30 min, meterse en mi vida- y agarro mi mano mas fuerte, salimos corriendo allí, yo impulsada por su fuerza, no me había dado cuanta cuando vi el gran jardín muy iluminado que me rodeaba. En el lugar no había nadie, lo que me puso más nerviosa si se podía aun.

Era un jardín hermoso, muy iluminado, y construido seguramente por un ingeniero. Tenía yerbales altos a los costados, y flores por doquier de todas clases y colores. Unos lienzos de hamacas, y un estanque gigante.

- Que hermoso es todo esto- dije embobada.

- Si lo diseño mi madre- dijo sentándose en una de las hamacas de lienzos

- Déjame decirte que es una genia- dije sentándome a su lado.

- Si, la verdad que si, era una genia- dijo apenada

- ¿Qué le sucedió?- tonta Anne tonta, si abrís tu boca es para, meter la pata.

- Cáncer cerebral, pero paso hace mucho- dijo con pena.- sabes a veces sueño con ella, seria lindo tenerla otra vez- dijo sin poder evitar las lagrimas que caían de sus ojos. Y otra vez mis impulsos pudieron mas que mi sentido común, me acerque a ella y lentamente seque sus lagrimas con las yemas de mis manos, ella sujeto mis manos y las beso, sentí un escalofrió gigantesco recorrerme el cuerpo, sentí flaquear todos mis sentidos por ese simple rose y solo quería salir corriendo de allí por la vergüenza que me invadía. Mas obvia no podes ser Anne, contrálate, que eso también lo hacen las amigas, vamos tonta respira.

Me retire abruptamente y me senté en la otra hamaca de lienzo que le seguía a esta.

Hubo un silencio que en vez de incomodar era verdaderamente glorioso, puesto que nuestra miradas no se despegaban y para sorpresa mía yo la sostuve, fue lo mas hermoso del mundo, y todavía recuerdo cada gesto que hacia, esa serenidad y esa tranquilidad que me daban esos ojos azules verdosos, la sensualidad que le daba a su rostro esos labios carnosos de un rojo carmesí, que hacia juego con su piel bronceada, es lo mas hermoso que he visto en mi vida.

Seguimos desconectadas del mundo por varios minutos, nuestras manos agarradas sin dejar de mirarnos, no se si victoria estaba muy borracha o que le pasaba, pero esos ojos dios mío brillaban como la luz de las estrellas que nos acompañaban.

Me sonrió, y se acostó en el pasto mojado por las brisas invitándome a acompañarla con los gestos. Sentí miedo, sentí temblor en mi cuerpo, pero sabia que esta situación no volvería a pasarme, y tenia que disfrutar de cada segundo que ella me regalaba, era la noche perfecta la que siempre había soñado pasar con ella.

- ¿Manuel no te ha saludado?- solté de repente con mi estúpidos impulsos que no hacían mas que estropear el hermoso momento, que chusma sos Anne.

- Si- dijo mirando al cielo.

- ¿Entonces por que llorabas?- vamos que sos estúpida Anne no hay nadie mas chusma que vos.

- Porque la persona que amaba no llegaba- dijo esta vez mirándome a los ojos.

- Que tonto no- dije en un susurro, pero ella lo escucho.

- No, me ha dado la mejor noche de toda mi vida- (¿pero como le dio la mejor noche de su vida si estuvo conmigo toda la noche, ahora si que no entiendo?)

- Umm- dije pensando en quien era.- ¿ah ya se es el chico que te invito a bailar hoy no?

- Jaja- soltó una risa resonante- tu rostro si que se torna gracioso cuando haces esfuerzo para hablar.

- Oye no te burles- le dije al tiempo que le daba un pequeño empujoncito, a esto Vic responde y me dice.

- Ha mala, ahora vas a tener que pagarlo- dijo abalanzándose sobre mi y haciéndome cosquillas-

- No para, No- decía tratando de respirar y contener la risa- me hacen mal las cosquillas-

Y en eso ella para, y yo puedo volver a abrir los ojos y se encuentra encima mío, mirándome tiernamente.

- No es el, ni ningún otro- dijo para mi sorpresa, yo tenia el cerebro colapsado por la cercanía de su cuerpo, y Vic no se alejaba de mi, aprovechándose de mis defensas hacia ella.

- Eeentooncees quien es- dije tartamudeando y sonrojada.

- ¿Nunca te has dado cuenta no?- dijo sonriéndome.

Silencio. Su mirada de picardía me hacia delirar.

- Ya te digo quien es- dijo sonriendo, y acercándose más a mi.

Dios, tenia los labios de Vic a 2 centímetros de mi boca, y al tiempo siento como sus labios chocan con los míos, al principio fue un beso suave, ninguna abrió la boca por miedo a que pensase la otra, yo tenia miedo a que Vic de repente se arrepintiera y se diera cuenta de la atrocidad que hacia besando a alguien como yo, por eso trato de seguir sus pasos y de recordarlo porque esto jamás se volvería a repetir.

Cuando termino ese tierno beso, me miro a los ojos pensé que saldría corriendo, cuando dijo en un susurro.

- Te amo.- mi cuerpo ya no tenia compostura, con esa confesión yo pisaba el séptimo paraíso.

- Yo también- dije al tiempo que Vic me tomaba del cuello y esta vez nos besábamos con desenfreno, como si nuestras vidas dependiera de ello, me aprisione mas a ella, y me deje llevar al cielo que me conducía.

Sus manos acariciaban lentamente mi cintura y mientras yo apasionaba más el beso con mis manos en su nuca. Después de unos minutos, cuando necesitábamos el aire pare respirar, paramos de repente, sin dejar de mirarnos, ella seguía encima de mí.

- Gracias- dijo dándome un pequeño beso en la frente.

- Te amo Victoria- dije sin creerme lo que había pasado- se que mañana tal vez no recuerdes esto por el pedo que tenes pero que quiero que lo sepas- dije con resignación.

- Anne tu si que eres tonta, siempre te sientes menos que los demás, y no vez lo hermosa y especial que eres, ¿tu te piensas que estoy borracha y me voy a olvidar de la noche mas hermosa que pase en mi vida?- dijo con enojo- desde el día en que te vi, me perdí en tus ojos azules, me perdí en el olor a jazmín que despliegan de tus cabellos, todos se han dado cuenta de que estoy muerta por ti, todos hasta tu Ángela, y tu al parecer recién te has dado cuenta, tu eres la persona por la que llore todos estos meses, tu eres la persona por la que lloraba cuando me viste, y tu últimamente te has vuelto todo para mi, te veo en todos lados, trate de seducirte de todas las maneras posibles, hasta me resigne a que tal vez ni siquiera te gustaba, ¿y tu piensas que estoy borracha?-

No le conteste simplemente la atraje una vez mas y le di un beso tan sensual, tan suave, sentí como sus labios carnosos se adueñaban de mis sentidos.

- Te amo victoria, perdón por haber sido una ciega, una idiota, pero mírate, eres perfecta quien iba a pensar que te fijarías, en una antisocial y tonta como yo-

- Mmm no se, tal vez me enamoro tu acento de argentina- lo decía en broma.- no vale, no se, pero para mis ojos eres lo mas hermoso que eh visto y veré-

La noche más hermosa de mi vida, llegaba a su fin, eran las 6 de la mañana cuando después de besarnos y besarnos, probarnos de todas la maneras posibles nos dimos cuenta de la llegada del amanecer.

- Tus amigas deben estar como locas- dije acariciando suavemente el rostro de Vic, que parecía cansado.

- Poco me importa- dijo suspirando- ha sido la mejor noche y el mejor cumpleaños de mi vida.

- Tengo tu regalo en casa, así que tendrás que pasar a buscarlo mañana-

- ¿¡Victoria!, Vicki donde estas?- se escuchaba a lo lejos, seguramente era una de sus amigas.

Nos levantamos rápidamente, cuando nos habían encontrado.

- Pensamos que te había sucedido algo, hemos llamado y no contestabas- decía la rubia.

- Estoy bien no se preocupen- decía Vic sonriente-

- Ya lo vemos- decía examinándome con la mirada.

- Como te perdiste todo tu cumpleaños ya te avisamos que se han ido todos-

- Genial decía Victoria agarrándome de la mano-

- Bueno vamos a dormir- decían todas al unisonó, se veían realmente cansada, cuando unas chicas la agarraron de los brazos y la llevaban.

- Suéltenme - dijo desde lejos riéndose.

- No la lastimes- me dijo para mi sorpresa

- ¿Qué?- me hice la desentendida.

- Que no la lastimes argentinita, ya sabes estas advertida, ya sabemos que son, no hace falta ser adivino solo basta con ver el rostro de Victoria- dijo esto yéndose y mostrándome una mirada de pasividad al mismo tiempo, rasgo que no conocía de aquella chica.

Cuando estaba a punto de irme, con una felicidad absoluta que destilaba de todos los poros, siento unas manos tapándome los ojos.

- Como crees que te dejaría ir sin despedirte- dijo al tiempo que me giraba y me daba un beso tan tierno y tan profundo a la vez que me llevaría una eternidad olvidarlo.

- Alberto, lleva a Anne por favor- decía acercándose a uno de los custodios del frente.

- Te amo- dijo otra vez dándome un beso.

Yo a esa altura estaba en la luna, todavía esperaba que alguien me despertada del hermoso sueño que tenia, pero no fue así.

Llegue a casa después de darle la dirección a Alberto, y me acosté con una sonrisa en los labios.

Esa día me desperté como a las 15:00 de la tarde extasiada. Mas tarde paso Vic por su regalo, como no le había comprado nada, le regale una pequeña cadenita de oro mía que significaba mucho para mi, pues había sido un regalo de mi abuela, pero como ella era todo para mi quería que lo tuviera.

- Es hermoso cariño- dijo dándome un beso suave. Mientras yo le colocaba la cadenita.

- ¿Victoria, juegas conmigo?- entro bruscamente Milena hizo que nos separáramos bruscamente.

- Bueno preciosa vamos a jugar- dijo Victoria sonriéndome.

La llevo a su habitación, y como siempre hace con todas las visitas, les muestra su vieja colección de barbies y la nueva, dios si yo pudiera rompería y las quemaría todas.

Aunque confieso que verlas jugando juntas me causo mucha ternura, cuanta paciencia tenia Vic, y decir que hace 6 meses atrás se me pasaba a veces por la mente que podría ser igual que sus amigas, pero por algo mi corazón la eligió en un solo flechazo.

- Anne- gritaba mi mama desde la cocina.- pregúntale a Victoria si se queda a comer.-

- Vic dice mi mamá si te quedas a comer- dije entrando a la habitación colorida de Mile.

- No puedo, tengo Tenis- dijo, con razón llevaba esa ropa que le quedaba tan linda a la vez, su hermoso cabello rubio recogido, una pollera de licra, y una musculosa de conjunto color blanco. - es mas creo que llego tarde- ¿me acompañas?- dijo a la vez sorprendiéndome otra vez-

- No se, pero si voy solo miro- dije sonriéndole, con unas ganas de comerle la boca, por la expresión de picardía que me mostraba.

- ¿Y yo puedo ir?- dijo la latosa, de 1,30 m.

- ¡NO!- dije al instante.

- ¿Por qué no?- dijo Victoria riéndose- ahí hay muchas nenas que van también, pregúntale a tu mamá si te deja ir Mile- y al instante no vimos rastros de la pequeña latosa.

- ¿Qué?- me dijo riendo Vic, ante mi rostro de desacuerdo- vamos, puede estar con los mas pequeños, se debe aburrir muchísimo aquí-

- Si mamá me deja ir- dijo Milena saltando, tenia en la mano un billete de 100 euros- ¿Esto alcanza para anotarme?- decía mostrando el billete.

- El club es de mi padre, así que para ti preciosa todo es gratis.

- Si ahora dame la plata a mi- dije mostrándole una hermosa sonrisa, ante la risa incontenible de Vic si no me lo deba se lo sacaría igual-

Cuando salimos de allí, la estaba esperando una limosina, Vic abrió el baúl y Alberto le ayudo a sacar el bolso de tenis.

- Nos vamos caminando, después te llamo Alberto-

Nos fuimos caminando y al tiempo de 30 min llegamos no quedaba tan lejos, quedaba alrededor de 5 cuadras, fuimos tomadas de la mano las tres, y tuvimos que caminar lento por Milena. El club era gigantesco, no era solo un club especializado en tenis, sino que también había un salón de patinaje artístico sobre hielo, una cancha de futbol y varias piletas para natación, pero como estaba fresco no había tanta gente en el sector de la pileta.

Cuando llegamos a una de las canchas todos saludaban a Vic y me examinaban con la mirada, no se si algún día llegase a ser la novia de Vic si podría vivir siendo el foco de atención de las personas porque ella si lo era, algunos hombres la comían con la mirada literalmente lo que me calaba todos los sentidos por los celos que traía encima.

Creo que mi peor error de esa tarde fue no haberle preguntado quien mas iría a jugar con ella tenis porque al ingresar al sector donde había tres canchas que seguramente seria para ella y sus amigas, me ericé completamente porque allí estaban ellas, y algunas mas eran unas 8 chicas que me mataban con la mirada.

- Manuel- decía dirigiéndose al chico con ropa deportiva que seguramente era un profesor- te tengo una nueva alumnita- dijo dirigiéndose a Mile.

- Si ven pequeña- dijo este muy gentil, llevando a Mile al sector del frente donde había unos doce chicos.

- Uy pero tu te pasas Victoria- decía una de ellas riéndose- ¿ya la tienes de perro guardián?- decía Josefina

- Cállate idiota- decía fastidiada Victoria.

- ¿Sabes jugar Anne?- dijo para mi sorpresa María Ángeles Ortiz pronunciando mi nombre por primera vez-

- Eeeh, no mucho- dije

- Yo juego contigo guapa- decía una chica que nunca había visto, era alta morocha y de unos ojos azules impresionante, era realmente hermosa.

- Uupaa- decía la primera riendo, ante la mirada de enojo de Victoria.

Saco una raqueta del bolso de Vic y me fui a la cancha de alado, que para mi sorpresa no tenia una red separadora.

- Así que te llamas Anne- dijo la morocha infartarte- mi nombre es Olivia- dijo saludándome con dos besos.

- Un gusto Olivia-

- El gusto es mío guapa- dijo guiñándome el ojo.

Mientras esperaba que Olivia se vestía, miraba como Vic jugaba, era realmente buena, y era tan sensual verla jugar.

Cuando esta morocha volvió pensé que me desmayaría, si bien ninguna belleza es comparada con la de Vic, esta le hacia competencia, tenia unas piernas largas hermosas, un trasero espectacular y la ajustada musculosa mostraba el cuerpo escultural que tenia acompañada de ese rostro precioso.

- ¿Oye tu no eres de aquí no?- dijo poniéndose una gorra.

- No soy argentina-

- Ya se me hacia, madre mía con razón esa tonada tan hermosa y esa belleza tan exótica- dijo corriéndome un mechón del rostro, me sonroje por completo.

Empezamos a jugar, pero yo era un total desastre no llegaba a pasar ninguna pelota de la red, y al parecer ella jugaba realmente bien también. Yo no sabía ni siquiera sacar.

- Oye, hermosa quieres que te enseñe un poco las técnicas, porque aprender de la nada no creo que se pueda- dijo riendo, después de haberlo intentado media hora pobrecita, ella también quería jugar.

- No te preocupes, juega con otra si quieres- dije sonriendo.

- No ni lo digas, yo te enseño guapa- dijo acercándose a mi.

Se paro alado mío mirándome de arriba abajo, algo que me sonrojaba, la única persona que me miraba de esa forma era mi diosa del Olimpo.

- Mira el saque es así- dijo primero lanzando ella- siempre tira tu cuerpo para adelante Anne.

Después de demostrarme como lo hacia ella a una velocidad impresionante.

Tomo mis brazos, y pego su cuerpo más al mío, lo que me erizo por completo y me puso más nerviosa aun, su rostro estaba pegado en mi nuca, y sus pechos rozaban mi espalda,

- Así si, muy bien- dijo después de que la pelotita paso al otro lado aunque muy despacio- solo tienes que darle velocidad con la muñeca, no hace falta usar la fuerza- < me preguntaba si de esta forma se enseñaba tenis, tan pegado>

- Mira el Drip se pega de esta forma- dijo sujetándome del abdomen y la muñeca. Hizo todo el movimiento muy cerca de mí, esta vez me rozaba más.

Y así prosiguió a enseñarme la técnica del revés, esta vez no se porque me acaricio el muslo izquierdo. Cuando sin darme cuenta voló una pelotita a la cabeza de Olivia.

- Coños, ¿Quién fue?- dijo esta enojada.

- Lo siento- grito desde el otro lado Vic, mirándonos con un rostro muy enfadado y más aun a Olivia.

- Habrá sido un accidente- dije riéndome. En verdad no creía que esto le molestaba a Victoria. Aun así, esta vez trate de tomar mas distancia de Olivia, aunque esta se me acercaba cada vez más. Vic seguía jugando muy concentrada en su juego.

- Te enseño otra vez- dijo riendo cuando se le paso el dolor.

- Eestaa bien- dije nerviosa, pero como soy tan inútil no pude decirle que no se me pegara tanto.

Hizo el mismo movimiento cuando repasamos otra vez el saque.

- Puta madre Victoria, ostias- dijo cuando otra pelotita le voló en la cabeza, ante la risa de sus amigas-

- Perdón- decía Vic riéndose.

- Juguemos ahora Olivia- dije poniéndome más nerviosa, temiendo de que algo pasara.

- No esta me las paga- dijo acercándose a Victoria.- ¿oye que te pasa tía?- dijo alado de la cancha.

- Fue solo una mala pegada- dijo parando de jugar.

- Si, una vez te lo creo dos ya no- dijo Olivia fastidiada.

- Bueno entonces no te pases, con las manos- dijo María Ángeles acercándose a la red porque estaba del otro lado jugando con Victoria.

- ¿Y a ti que te importa idiota?- dijo Olivia enojada.

- A mi no, pero a Vic si, no creo que le guste, que toques de esa forma a su novia-

- ¿Qué es tu novia?- dijo esta sorprendida.

- No- dije en un susurro.

- Si- dijo mirándome a los ojos- en realidad hace 5 segundos no lo era, pero si lo es, es mía, no te le acerques- dijo una Vic que mostraba enfado por primera vez.

- Ella dijo que no- dijo Olivia-

- Yo no dije no- dije sonrojándome ante la simple idea de que Vic fuese mi novia oficial.

- Oye Olivia, yo te conozco, ¿ya deja de fastidiar a mi novia si?, ¿crees que no veo como la miras estúpida?- dijo acercándose mas a Olivia-

- Detente Vicki- dijo una de sus amigas separándolas.

- Basta- dije fastidiada- volvamos a jugar y olvidémoslo- si Victoria es mi novia- dije sonrojándome al decir esto, que ni siquiera yo me lo creía.

Ante esto una sonrisa de victoria se acentuaba en el rostro de Vic, quien miraba todavía con enojo a Olivia.

- Oye- dijo dirigiéndose a María Ángeles- ¿te molesta si juego con Olivia?

- No para nada, yo voy a descansar- dijo esta retirándose de la red.

- ¿Quien te dijo que quiero jugar contigo?- dijo Olivia.

- No voy a dejar que sigas tocando a mi novia idiota así que juegas conmigo- dijo Victoria en un tono suave pero que denotaba su enojo.

Ante esto Olivia solo le sonrió y se dirigió al otro sector de la cancha, y para meter mas leña al fuego, victoria se me acerco, y me dio un beso lento y suave.

Cuando se separo de mi, pude ver el rostro de enojo de Olivia.

Me fui a sentar en la larga banca que había frente de esa cancha. Y a unos metros más estaba las demás chicas, que dejaron de jugar para ver el partido de Victoria y Rebecca.

- Tu amiga se pasa Ortiz- dijo una chica que no conocía, era alta de tez blanca y cabello castaño oscuro. Ante la risa de Ortiz (María Ángeles).

- Pero Olivia si que se pasa- dijo Josefina, la más hueca y molesta de todas.

- Déjenla, que por primera vez desde hace mucho creo que le gusta alguien, y me sorprendo de que sea una chica- y estas seguían hablando sin darse cuenta que yo estaba a unos metros de ellas.

- Jaja- reía Ortiz- pobre, hasta creo que Olivia se dibujo todo un cuento en la mente, pobre- dijo riéndose aun mas- te digo enserio, Victoria esta enamorada y no la suelta por nada-

- Para mi la bobita esa, la elige a Olivia- dijo la chica que al parecer era la amiga de Olivia.

- Espero que no- dijo Josefina- ¿y aun así quien seria tan estúpido o estúpida para dejar a Vic?

- Ósea, Hello chicas, es Olivia- dijo la otra.

- Y hello, Martina ella es Victoria Pardo, tonta- dijo Ortiz-

- El sueño de todos los chicos que las dos chicas mas populares y lindas de la Elite se peleen por algunos de ellos, seguramente habrá suicidio masivo cuando se enteren que están peleando por una mujer- dijo riendo Martina-

Al tiempo que me sentaba junto a ellas, y todas quedaran en silencio.

- ¿Quién creen que gane?- me atreví a decir para acallar el silencio molesto que había.

- Y es obvio que gana Victoria- dijo una de ellas que se mantenía en silencio- tu novia es campeona junior del país- aunque Olivia también juega bien.

Esto me sorprendió, cuantas cosas no sabia de Vic, con razón tenia esa destreza al jugar, ese cuerpo escultural, y mis ojos estaban viendo la prueba viviente de ello, como Vic le ganaba a Olivia. La velocidad con la que jugaban al tenis, Olivia tampoco se quedaba atrás jugaba muy bien. Pero al final Vic en un juego reñido le gano.

- Que paliza Olivia- dijo Ortiz fastidiando a Olivia. Y esta solo la miro con rostro de desagrado, para después sonreírme a mí.

- Umm que cansador- dijo Victoria sentándose en mis piernas para mi sorpresa.

- ¿Estas cansada amor?- le dije para mi sorpresa en el oído, después del sábado, ya mi relación con ella no era tan tensa porque ya todo estaba dicho.

- Si mi amor- dijo dándome un suave beso en los labios.

- Tías vayamos a tomar un helado- dijo Josefina.

Vic y yo fuimos a ver que estaba haciendo Mile, se veía tan feliz el pequeño bichito pesado, era lo que necesitaba, conocer más gente.

- Vamos a tomar un helado amor- dijo agarrándome la mano Victoria- después la venimos a buscar, se esta divirtiendo.

Fuimos en la Mercedes de Ortiz a un bar que quedaba cerca del club.

- No sabia que era tu novia- dije pegándome en su hombro, me encantaba su aroma, su perfume que se profundizaba mas por la actividad que había realizado.

- Mmm te lo iba a pedir de una forma mas romántica, pero ya ves hay que apresurarse cuando los lobos acechan- dijo dándome un pequeño beso en la mejilla.

Cuando llegamos al bar, que era muy sofisticado por así decirlo, nos sentamos en una mesa, al tiempo que las otras llegaban en otro auto, Olivia seguía sin sacarme la mirada de encima, lo que a Vic realmente le molestaba, pues nunca le había visto siendo tan hostil con alguien, ya sea con la mirada o los gestos, o con las palabras

Pedimos unas copas de helado, o milshake. Y Olivia seguía mirándome sin impedimentos, con esos ojos que parecían comerme.

- Oye guapa- dijo Olivia hacia mi- perdón Anne- ¿De que parte de Argentina eres?

- Córdoba- dije con una sonrisa.

En todo el trascurso de la tarde Olivia seguía mirándome con la misma mirada del club, sin importarle la actitud de Victoria hacia ella.

Cuando el reloj nos avisaba que eran las siete de la tarde nos apuramos a buscar a Mile, pequeño bichito que hizo un escándalo porque no se quería ir, pero al final le convencimos. Vic, llamo a Alberto para que nos buscara, porque se estaba haciendo tarde y emprendimos el viaje devuelta a casa después de la velada mas hermosa que había tenido.

- Victoria- decía una voz chillona- me dijo Anabela ¿que sos la mejor jugadora del país, es verdad?

- Puede ser- dijo Vic riendo, estaba preciosa.- no lo creo-

- Bueno, de hecho tu vienes seguido al club y la boba de Anne es aburrida podrías ir a buscarme para que valla a jugar con mis nuevos amigos?- dijo ante la mirada sorprendida de Victoria y la mía, como puede ser que los pequeños vienen tan inteligentes ahora, y como yo la conozco no caí en su trampa, pero como Vic es mas buena a Mile le basto solo ponerle el rostro de cordero degollado para que aceptara.

Esa noche me dormí con el olor y el recuerdo de los ojos de Vic clavados en mi, me sentía tan feliz, tan plena, tan enamorada. Solo quería que esto nunca terminase.

Al día siguiente, me tocaba volver otra vez al instituto, ahora ya no lo veía como algo pesado y obligatorio, hasta podría volverse algo glorioso, ya que la volvería a ver otra vez. Ahora todo era distinto, porque sabia que ese sueño imposible se había hecho realidad, quien me hubiera dicho hace seis meses atrás que esto pasaría no lo creería.

Me levante con una sonrisa dibujada en el rostro, me bañe y me vestí rápidamente con el uniforme del colegio, solo quería llegar y sentir flotar mi corazón una vez mas.

Al llegar veo a Ángela desde lejos que me saluda con la mano, me acerco para hablarle un poco antes de entrar a la aburrida clase de Química.

- Hola Anne- dijo Ángela esbozando una hermosa sonrisa que se dibujaba en su rostro- te vez muy feliz.

- A poco se me nota- dije sonrojándome.

- Si, este amiga lo del sábado fue solo para molestar a la “Abeja Reina”, como sabes no me cae, y se le notaba a leguas que esta coladita por ti-

Yo solo me reía ante la evidencia que yo misma había desconocido, (pero que boba que sos Anne ¿como nunca te diste cuenta?, a claro ahora te haces la linda porque sabes que te quiere). Que mente más vueltera que tengo.

- Ahora viene lo mas difícil, ya sabes la aceptación- decía Ángela destruyendo mi sonrisa con cada palabra que hacia resonancia en mi mente, es verdad nunca nos pusimos a pensar que pasaría después, aunque mucho no me importaba lo que pensaran o no pensaran los demás, yo la amaba y quería estar con ella.

Estaba guardando mis cosas en un casillero, cuando siento el olor de un perfume que ni en miles de años olvidaría.

- Buen día- decía esbozándome una sonrisa que derretiría todos los hielos polares y antárticos.

- Buen día para ti guapa- dije imitando graciosamente la tonada española.

- No vale, tu háblame en argentino que me gusta mas- decía riendo- me derrite es tan sexi- decía acercándose cada vez mas a mi.

- Es castellano tonta- dije riendo

- Esta bien- dijo mostrándome un puchero- nos vemos que llego tarde- me dijo lanzándome un beso no sin antes decirme- Te amo- y alejarse con esa caminata tan elegante y distinguida que tiene.

No podía estar más feliz, no podría ser más feliz, tenía el amor de mi gran amor, no había nada que podría disgustarme.

La clase de química fue tan pesada y se hizo tan larga, además esa mañana no me tocaba ninguna clase junto a ella. Salimos más temprano por ausencia de la profesora de Física.

Por esa razón me dispuse a pasear un poco por el centro comercial para comprarme algo de ropa, junto a Raúl y Ángela.

Estos dos se me perdieron o mejor dicho me dejaron para ir a ver una película de terror y yo como soy más miedosa que el perro cobarde paso totalmente de mirarlas.

Me fui al sector de ropa que quedaba en el piso de arriba, donde había infinidad de tiendas de ropa, entre al local de Calvin Klein, y me quede tan embobada con todo, que arrasé con mi tarjeta mensual de 500 euros. Y solo me alcanzo para comprarme dos blusas.

(Me arrepentí después de ello) ya que la tienda posterior había mas ropa linda y era tan lujosa como la anterior.

Aun así como faltaba media hora para que Vic me viniera a buscar, me probé algunas prendas que me quedaban mas lindas que las otras dos, es en estos momentos que te arrepientes de no recorrer mas y quedarte con lo primero que vez.

Estaba mirando la blusa tan linda que me probé era blanca de un material muy suave, seguramente modal con mezcla, era manga larga y estilo roquero, que costaba 750 euros, una barbaridad.

- Esta lindo- no, esa voz, es de quien yo creo que es- quédatelo te lo regalo- era Olivia.

Al parecer ella también estaba de compras por las cantidades de bolsas que tenia su “ayudante” sus amigas miraban la escena divertidas.

- Hola Anne- me saludaba desde lejos Martina.

- Hola- conteste nerviosa. Solo me faltaba que llegue Vic y se arme una buena bronca, me decía a mi misma.

Mire una vez mas a Olivia que estaba bellísima tenia un look muy chic, acompañado del uniforme de lo que seria su colegio, la verdad que sin mentir me atraía inmensamente, y a quien no le atraería un bombón como ese.

- Y guapa, no le contestaste a Oli- decía Martina sacándome de mis pensamientos.

- Eh, si ¿que me habías dicho?- dije brutamente.

- Que ya pague la blusa, y si me dejas te compro algo mas- dijo mostrándome la tarjeta desde la caja.

No pude reaccionar a tiempo cuando me llega un mensaje de Victoria.

PD: “Amor en que parte estas”

Y yo como soy tan inteligente para estudiar pero tan torpe cuando realmente debo tener la determinación de pensar le contesté:

PD: “D & C” mire el letrero y le conteste.

Y ¿Para que le conteste? (Porque sos idiota Anne otra explicación no existe bruta) me decía a mi misma,

- Mira esto te va a quedar de infarto- decía Olivia mientras yo estaba sin reaccionar aun.

- También te lo compro- decía Olivia mirando unos jeans y mirándome me dice- ¿Anne estas en esta tierra?, ¿Hola hola?- dijo esto divertida.

- Si- dije volviendo a la realidad- ¿Qué sucede?

- Que te voy a comprar esto también.

- No hace falta- “No señor, esa voz, no, no- si es de ella esa voz que jamás confundiría”- Anne es mi novia y yo tengo el derecho de comprarle lo que quiero- decía una Vic muy enfadada que no lo mostraba en la voz pero si en la mirada.

- Vamos Victoria no te enojes con Olivia ella solo quería ser amable- decía Martina.

- Claro y que casualidad cae en el mismo sitio que mi novia- decía mi diosa del Olimpo mirando directamente los ojos azules de Olivia.

- Amor- dije tratando de tranquilizarla.

- Vamos tía, yo la vi viendo algunas prendas y le quise regalar algo sin mala intención- decía Olivia volviendo a sonreír.

- Búscate una pareja para regalarle cosas Ostias y deja de buscarla- decía Victoria sujetándome de la mano.

Nunca en mi cabeza podría haber pensado que Victoria seria tan posesiva y celosa, pero eso realmente me encantaba.

- ¿Cuánto te salió eso?- decía Vic señalando los bolsos que Olivia me había “regalado”

- No importa es un regalo- decía Olivia esbozándome una sonrisa. Esta mujer era encantadora, tal vez rosaba lo pesado, pero no perdía esa chispa de su rostro, esa chispa de las personas carismáticas que te hacen sonreír y sentirte bien al mismo tiempo.

- Toma- saco de su bolso unos mil euros tal vez y se los dio.

- Deja de ser tan posesiva Victoria- decía Olivia- La tratas como tu algo, cuídala mas tonta-

- ¿Qué dijiste?- dijo desafiante Vic.

- Ya basta las dos, este no es un lugar para discutir y menos para comenzar una pelea- dije enojada- toma Raquel gracias por los regalos que no pedí, y tu estate tranquila- le dije mirando desafíate a Vic que seguía molesta.

- No pero amor yo te compro- me contesto Vic.

- No lo quiero- dije poniéndome mas tensa y nerviosa algo que ambas notaron.-Ahora solo necesito un café caliente, que tengo la cabeza a estallar-

Después de decir esto, Vic me agarro de la mano y me saco del lugar no sin antes mirar furtivamente a Olivia.

Cuando nos dirigimos a la cafetería le reproche su actitud tan poco amistosa hacia Olivia, diciéndole lo que todos ya saben, que era suya y que no necesitaba durar de ello, ella se justifico con unas palabras que en miles de años jamás olvidaría.

Anne tu no entiendes, yo se como es ella y no soportaría perderte, no podría vivir después de ello, por eso muero de celos cada vez que alguien te mira o te roza, porque sos lo que mas quiero” decía esto a la vez que me besaba”.

Llegamos a la cafetería del bar y para mi sorpresa estaban Josefina Y Ortiz.

- ¿Por qué tardaste tanto Vic?- dijo Josefina

- Nada, la pesada de Olivia- dijo sentándose.

- Ui la abeja reina del “Coruña” acecha, espero que no cedas terreno- dijo Josefina mirándome.

- ¿Se compraron algo?- Dijo Ortiz tranquila.

- No me dejo- dijo Vic mirándome. Mientras yo la miraba fastidiada.

- Adivino, entraste y viste a Olivia en plena “Labor de seducción”- decía riendo Ortiz- esa mujer es mas calculadora, seguro te quiso comprar y obsequiar millones de cosas no Anne?-

- si, ¿Cómo sabes

- típico este shopping es de su padre y siempre anda vagando por los locales arrasando con su tarjeta y seguramente te habrá visto entrar en una de ellas ¿porque piensas que tu noviecita se apuro tanto en venir?- dijo burlona- además la bicha esa, cuando quiere algo hace todo lo posible por conseguirlo.

- Si a mi me quito a mi novia-decía Josefina, alias hueca.

- No tonta, ese tío te dejo por estar embobado por Olivia, pobre- dijo burlona Ortiz.

Estuvimos un largo tiempo hablando con las chicas que al parecer me habían dado tregua.

Cuando Vic me dejo en casa y se despidió de mi, ya que tenia entrenamiento y yo tenia otras actividades con el club de literatura, al entrar a la casa salió disparara una bala de 1,30 m de altura, con un bolso de tenis y la ropa para ello, se veía tan mona Mile.

- Adiós Mamá, adiós Anne- dijo esto subiéndose al auto de Vic.

- Hola Anne- me saludo mi madre desde el marco de la puerta- se ve tan feliz- dijo nombrando a Mile- y tu también pareces feliz.

Si lo era, después de esos días mi relación con Vic se hizo diferente, mas fuerte de lo que era, ya no solo nos unía una atracción, ahora nos unía un amor, aprendí a saber de sus gusto, y no solo a leerlos en sus gestos, nuestra relación se hizo mas estrecha mas fuerte, mas profunda mas pasional, yo había cambiado, desde que la conocí, había dejado atrás a esa chica tímida a la cual creía asexual, ahora era capaz de todo por ella, y no le temía al mundo, aprendí lo que es vivir junto a ella.

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